Ahora que pasamos nuestro tiempo libre dentro de nuestros hogares, una de las actividades a las que nos hemos visto conducidos es la limpieza. Por ello, una de las dudas más comunes es si tenemos que limpiar nuestras joyas, y la respuesta es muy sencilla: ¡sí!
Cuando las joyas están sucias de su uso a diario, lo más conveniente es limpiarlas una vez al mes, ya que los restos de sudor, perfume o cremas pueden dañar los metales, especialmente los de aquellas joyas que tengan un baño. ¡Solo tienes que seguir estos pasos para limpiarlas!
- Sumerge tus joyas en un recipiente con agua tibia y jabón neutro (algunas personas recomiendan jabón de lavavajillas, pero el neutro nos asegura no dañar los materiales).
- Deja que repose unos minutos y, si hiciera falta, frótalas con un cepillo de dientes de cerdas blandas (infantil, por ejemplo) para limpiarlas.
- Acláralas con agua limpia y sécalas delicadamente con un paño de hilo o algodón, para así no dejar rastro ni rallar la joya.
- Si estabas pensando en utilizar alcohol u agua oxígenada puesto que desifectan, hazlo solamente para limpiar las tuercas de los pendientes y diluyendo bien la fórmula en agua.No utilices nunca lejía, blanqueadores, cloro, desengrasantes, limpiadores o antical, pues maltratan el metal, los acabados y pueden decolorar tus joyas.
- Si crees que no hace falta mojarlas, como es el caso de las perlas ya que son más sensibles a los químicos o joyas con baños de oro rosa, límpialas simplemente con una gamuza frotando con mucho cuidado. ¡Tendrás tus joyas relucientes y como nuevas!